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He migrado de vuelta a Miniflux

Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que mi consumo de contenido en internet se basaba en ver vídeos en Youtube y caer en el agujero negro que son las historias de Instagram. Los dos patrones que más recuerdo son ponerme los cascos con algún vídeo cuando me hacía “largos” en el pasillo meciendo a la niña mientras le cantaba para que se durmiera, y justo después, cuando volvía a la cama a intentar descansar yo, y no tenía capacidad de concentración para nada más que vídeos cortos que generalmente olvidaría tras hacer swipe.

En algún punto del año pasado, con la peque ya no tan peque, un descanso más instaurado y, como consecuencia, una capacidad de concentración no tan machacada por la tortura que supone la privación del sueño, me propuse revisar mis patrones de consumo y volver a buscar informarme a través de la gente, y no de las plataformas. Eliminé Instagram, que no me estaba aportando nada y resultaba muy tentador para perder el tiempo, e instalé un lector de RSS.

Tuve también la “suerte” de que Elon se había propuesto destruir Twitter y un montón de gente aprovechó para migrar a Mastodon, así que mi timeline empezó a llenarse de perfiles variados, que publicaban contenido interesante y que tenían blogs propios, algunos con más de diez años, así que mi lista de feeds creció rápidamente. Al principio empecé con Miniflux, un lector de feeds minimalista que me gustaba mucho, pero que tenía un problema: las aplicaciones móviles para Android no funcionaban muy bien, que digamos.

Siempre que he hosteado un lector de RSS, he buscado que su aplicación móvil permitiera descargar los artículos y consultarlos offline. Estuve viviendo en Londres algo más de cuatro años, y viajando cada poco algunos más, así que para mi era muy importante poder leer cuando estuviera en el avión, o luego ya en Reino Unido, cuando viajaba en metro, puesto que en muchas partes de la intrincada red del Underground británico se perdía la conexión móvil.

Después de algunas pruebas, decidí cambiar Miniflux por FreshRSS, un lector más complejo, bastante menos minimalista en lo visual, y más importante, con soporte para sincronización con FeedMe, una aplicación móvil que sin funcionar tan bien como me gustaría, me permitía descargar el contenido al teléfono y leerlo con relativa comodidad. Solo hay un problema, y es que antes de empezar a leer, tengo que sincronizar los artículos, y como tengo tantos feeds, la sincronización tarda.

Ahora a principios de año, he empezado a invertir mucho más tiempo curando mi lista de feeds y leyendo. Y cuanto más tiempo invierto, más hecho de menos la interfaz sencilla de Miniflux, y más me cuesta pasar un minuto o minuto y medio esperando para empezar a leer. Y la realidad es que lo hago por inercia, no hay otro motivo.

Ahora soy padre, no vivo en Londres, no voy a trabajar en el Underground ni (como al principio) me paso 15 días aquí y 15 allí. Leo en casa, aprovechando los ratitos que encuentro, a horas intempestivas tal vez, pero siempre conectado a la red, sea la del router o una red móvil cuyos datos nunca llego a consumir. No necesito sincronizar los feeds en local, ni pagar el precio asociado. Me he hecho mayor, pero leñe, ya que puedo, voy a aprovecharlo.

Lo dicho, he migrado de vuelta a Miniflux y la verdad es que lo estoy disfrutando mucho ☺️